Existe todo un mundo detrás de un atleta de alto rendimiento que conquista la cima, todo un equipo de entrenadores, personal multidisciplinario; pero hay también un apoyo que destaca sobre los demás, la familia y en especial las madres, un pilar fundamental para que una nueva estrella del deporte nazca, se desarrolle, alcance y se mantenga en lo más alto del podio. 

Rosanny Suárez no es solo una mamá, dio vida a quien es hoy la promisoria figura del atletismo venezolano, el pertiguista larense Ricardo Montes de Oca, un enorme compromiso adquirido que ha llevado el tricolor de la bandera nacional a los más alto de la escena internacional en múltiples ocasiones. 

“Es gratificante por cualquier ángulo donde lo mires, porque en realidad es muy importante como madre saber que él ya conoce su propósito, que está trabajando en ello, lo disfruta y está dando frutos, que es lo más importante, con grandes triunfos a nivel nacional e internacional. Esto me contenta y me llena el corazón”, expresó. 

El talento va en la sangre  

La mamá de Ricardo David Montes de Oca Suárez también fue atleta. Representó al estado Lara en las pruebas de velocidad y mediofondo y obtuvo logros a nivel nacional. 

“Participé en los 200 y 400 metros. Una vez también competí en los 800 metros y quedé subcampeona, en los 400 quedaba en el tercer lugar y también registré un récord regional. Por el atletismo obtuve el beneficio de una beca universitaria, me gradué en el Instituto Universitario “Antonio José de Sucre” de Lara, y por eso digo que tengo mucho que agradecer a este deporte”, reconoció. 

Felicidad compartida 

Ahora es su hijo Ricardo Montes de Oca, campeón del salto con garrocha de los Juegos Suramericanos de la Juventud (2022), Iberoamericano sub-18 (2023), finalista en el mundial sub-20 (2024), y de los Campeonatos Suramericanos sub-23 (2024) y absoluto (2025), quien tomó un rumbo en solitario, desde principios de este año 2025, para desarrollarse académica y deportivamente en la universidad estadounidense High Point de Carolina del Norte.

“Siempre hemos trabajado en equipo, nos afecta su partida a Estados Unidos para estudiar, pero estamos conscientes de que es la mejor decisión que pudimos tomar como familia, y la de él también porque tuvo la seguridad de decidirlo así. Hasta ahora ha estado muy contento, dedicado al estudio, entrenando, preparándose, aprovechando las oportunidades, las instalaciones, las herramientas, y los aprendizajes de su nuevo entrenador. Saber que él está contento nos hace ser felices a nosotros también”, confesó.

Comunicación sin fronteras

La tecnología ha sido un soporte invaluable para la familia Montes de Oca que se ha beneficiado de las distintas plataformas de comunicación para conservar los lazos familiares a pesar de la distancia.  

“Desde que era muy niño me ocupé de inculcarle el sentir amor por la familia, por su país, por sus compañeros de equipo. Ahora que estamos tan distantes físicamente, gracias a la tecnología hemos podido hablar por videollamada y enviarnos mensajes. Todos los días estamos pendientes los unos de los otros. Siempre estamos hablando y en comunicación constante a pesar de que él esté en Estados Unidos”, comentó. 

El sueño de toda madre 

Como mamá consciente de todo el proceso que ha vivido Ricardo en el camino hacia los sueños, el mayor anhelo es tener tiempo de vida suficiente para ver a su hijo realizado académica y deportivamente. 

“Celebrar el Día de las Madres teniendo a estos maravillosos hijos me llena mucho el corazón. Espero mantenerme sana y feliz para ver a mi hijo graduado de su carrera universitaria, con mucha energía y con muchas ganas de dar lo mejor de sí en competencias mundiales y olímpicas próximas», recalcó.  

Ydanis Navas / Prensa Mindeporte  

Fotografía: Familia Montes de Oca