Hace más de cuatro décadas, un 2 de febrero, el expeleador cumanense inscribió su nombre en la lista de los mejores del boxeo universal
El Ministerio de Deporte celebró, este miércoles al exboxeador venezolano Jesús Rafael «Pantoño» Orono por su hazaña conquistada hace 45 años cuando se apoderó del título mundial del peso supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.
El emotivo reconocimiento se llevó a cabo en el Salón Francisco «Morochito» Rodríguez del Instituto Nacional de Deportes junto a glorias deportivas del boxeo venezolano quienes se hicieron presentes para revivir la entrega del cinturón honorífico que se otorgó al destacado expugilista criollo «Pantoño» Orono.
«Me siento contento por la entrega de este cinturón que me hace Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo. Me hacen sentir como un muchachito. Estoy aquí, siempre hacia adelante. Ahorita tengo 66 años, fui campeón mundial con solo 21 años. Quiero agradecer a todos los compañeros que hoy me acompañan», expresó Orono.
«Pantoño» nació el 30 de agosto de 1958 en Cumaná. Su historia dentro boxeo inicio temprano, aproximadamente a los 11 años, cuando se trasladó a Caracas en busca de nuevas oportunidades.
Como boxeador amateur obtuvo un registro de 49 peleas ganadas y solo 8 derrotas. También compitió como selección nacional de boxeo obteniendo entre ellas dos metales de oro en los Juegos Bolivarianos de 1977 y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1978.
Solo un año después, en 1979 renunció a vivir la experiencia olímpica y saltó al terreno profesional, ese mismo año consiguió el título nacional del peso gallo.
«Maíta»
En el año 1980, el Consejo Mundial de Boxeo crea una nueva categoría, el peso supermosca, y en un torneo disputado en el Nuevo Circo de Caracas el cumanense, también conocido como «Maíta», conquistó con una sola mano el título mundial en la división debutante sobre el surcoreano Seung-Hoon Lee.
«Recuerdo muy bien ese momento. Lo que más me gustó fue cuando dije que le iba a comprar la casa a maíta. En el round número 3, me fracturé una mano y peleé solo con la otra, en ese momento iban a parar la pelea y dije: «no me paren la pelea porque yo le voy a comprar una casa a maíta». De ahí es donde viene el nombre Maita. Gracias a Dios pude ganar y quedarme con el título en esa pelea», confesó conmocionado el expugilista.
Sobre las nuevas generaciones del boxeo «Pantoño» dijo que la disciplina siempre ha tenido grandes representantes y los animó a continuar adelante en su carrera.
«A los nuevos boxeadores le digo sigan adelante para que podamos ver a otro «Morochito» Rodríguez, Pedro Gamarro y a otro Bernardo Piñango en unos Juegos Olímpicos, y a otro «Pantoño» Orono campeón mundial», finalizó.
Prensa Mindeporte