Pasar de la inactividad física al alto rendimiento deportivo es una historia de una en un millón y es el caso de Cristiano Ronaldo Zabaleta, hijo de un especialista en el deporte y no precisamente del balompié que quiere que su hijo trascienda en los ensogados como el famoso CR7 lo ha hecho en las canchas.
El boxeo es una tradición familiar de los Zabaleta. Ponerse los guantes, pasar golpes y colocar sus mejores rectos de derecha ha servido de incentivo para el resurgir de un joven de 16 años que ha pasado de una vida dedicada a los estudios, a corvertirse e una de las mayores promesas de este deporte en el país.
Luego de casi dos años en el que Cristiano Ronaldo no dejó correr una gota de sudor en su cuerpo al alejarse de los entrenamientos, un día el boxeo volvió a tocar su puerta, a través del programa de captación de talentos y masificación que lleva adelante la Federación Venezolana de Boxeo y el Ministerio del Poder Popular para el Deporte en toda la nación.
La directiva nacional de Feveboxeo convocó a los jóvenes de distintas regiones del país para un chequeo en el centro de preparación de la selección venezolana, en que captaron a este gigante de casi dos metros que de solo verlo guantear hace temblar las piernas de sus esparring.
«Recibí este llamado y una semana antes de la cita comencé a trotar y a hacer ejercicio; cuando me presenté al chequeo no me fue tan bien pero los profesores vieron algo en mí y me dijeron que soy una promesa del boxeo nacional», comenta con ilusión el oriundo de la populosa parroquia de Catia.
Antecedentes en el cuadrilátero
Los guantes y botas de combate son implementos que Cristiano Ronaldo usa desde los 5 años. Aprendió precozmente a moverse en el ring y en 2023, con 14 años, se convirtió en campeón de los 57 kg en el nacional realizado en Orituco, estado Guárico.
«Tenía mucho miedo en ese campeonato junior, al principio sentí que iba a ser complicado pero la primera pelea la gané por nocaut, eso me dio seguridad y me fui desenvolviendo mejor para quedar campeón», recordó el prometedor CR7 del pugilato.
Luego de ese triunfo, comenzó a alejarse de los entrenamientos. Faltaban rivales dispuestos a enfrentarlo, por lo que no volvió a usar los guantes hasta que la vida y la masificación deportiva ofreció una nueva oportunidad a este prospecto que sueña con ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Dakar 2026.
Compromisos internacionales
Los entrenadores de la selección tienen fundadas esperanzas de que Cristiano Ronaldo brille en esa cita multideportiva de la juventud. Su espigada estatura de 1,95 y los 78 kg que aumentarán con su desarrollo físico lo proyectan como un boxeador poco común en el país.
«Aquí los profesores me dicen que el proyecto es llevarme a los 91 kg y aprovechar mi físico ya que tengo oportunidades de llegar a ser olímpico en el evento del año que viene en Dakar», asevera el próximo peso pesado de la selección nacional.
La disciplina, constancia y dedicación prevalece en la actualidad para este juvenil que además del deporte promueve el mensaje de «estudiar antes que todo».
El Cristiano Ronaldo venezolano acaricia la idea de ser un destacado atleta, honrar a su familia y que su marca de presentación actual «soy selección de Venezuela» se convierta en una historia repletas de medallas en juegos multidisciplinarios y campeonatos mundiales.
T y F: Freddys Díaz / Prensa Mindeporte
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